233 grados: En National Geographic la infografía es hispana

Ilustración de Fernando G. Baptista. Mapa de Virginia W. Mason y Lisa R. Ritter.

Información tomada del blog 233 grados.

En los pasillos del edificio de la National Geographic Society en Washington es frecuente oír hablar en español. Y es que de los seis integrantes del departamento de infografía de la revista cuatro son hispanoparlantes. Se trata de los españoles Juan Velasco, Director de Arte y ex jefe de infografía de The New York Times, y Fernando G. Baptista, un bilbaíno que causó sensación en el mundo de los gráficos desde El Correo; el uruguayo Alejandro Tumas, que viene de dirigir el departamento de gráficos del diario argentino Clarín, e Hiram Enríquez, estadounidense de origen cubano.

No son los únicos casos. ¿Por qué este éxito de españoles y latinoamericanos en el mundo de la infografía anglosajona? Tumas culpa al boom infográfico español de los '90, cuando la aparición de El Mundo, la primera guerra del Golfo y la evolución informática ayudó a la expansión de los gráficos. "Dio lugar a que se formara una legión de grafistas, muchos muy buenos, inusual en otras partes. España sacó ventaja de esa situación que se originaba en los periódicos y llegó con un saber empírico acumulado mucho antes que el resto del mundo", asegura. Aunque también advierte que "a medida que pasan los años esa ventaja va siendo menor y veremos qué ocurre en el futuro."

Al contar cómo es el trabajo en una revista de referencia como National Geographic, Baptista deja entrever que no se trata de un medio al uso. "Se te asigna un proyecto y se forma un story team, se contrata a un investigador freelance y en múltiples reuniones se perfila qué contar en el gráfico", relata.

Ese material "se va desarrollando -continúa- y en un paso más adelantado nuestros textos pasan a los editores de texto y ellos los escriben concienzudamente. Los gráficos se mandan a los expertos en muchas ocasiones. En las últimas fases se coloca el arte final, que lo puede hacer uno o encargarlo a un ilustrador freelance, que es lo habitual. En todo este proceso tenemos reuniones continuamente y opiniones de muchísima gente. Para terminar, pruebas de color y refinamiento de diseño hasta límites inapreciables".

Todas estas reuniones, comprobaciones y correcciones hacen de la creación de un gráfico un proceso muy largo. Las infografías de la revista tardan meses en pasar de la idea a la publicación. En ocasiones incluso años.

Pero aún queda un reto pendiente, y son los gráficos online. "Hay intención de cruzar ambas áreas", asegura Tumas. Añade que este "es sin duda el futuro cercano, yo considero que debería ser la misma área. Pero ocurre como en otros lados, la cuestión administrativa pesa sobre la racional: empresas diferentes, otros directivos..."